La cantante peruana Wendy Sulca(29) recordó sus orígenes artísticos y, de paso, compartió una profunda reflexión sobre cómo su popularidad fue estereotipada en redes sociales, todo esto cuando dichas plataformas aún se popularizaban en Latinoamérica
“Yo no podía creer lo que me estaba pasando”, recordó la artista en diálogo con el diario español El País, a 17 años del momento en que descubrió su propia popularidad. En esos años, la cantante no tenía acceso a internet, por lo que reservó un cibercafé para ver las repercusiones de sus videos. Por ejemplo, las reacciones a “La tetita”, que hoy supera las 24 millones de reproducciones en YouTube.
“Me decían india, fea, o ‘¿qué hace esa niña sin dientes cantando?’. Se reían de mí e incluso me deseaban la muerte… Me convirtieron en un meme por desconocer mi cultura”, comentó.
“Aunque pude haber renunciado, no lo hice. Nunca sentí vergüenza de la música que cantaba porque significaría sentir vergüenza de mi papá, mi mamá y mis abuelitos”, cuenta Sulca, quien confesó que, junto a su madre y mánager, fueron estafadas más de una vez.
“Ya de adulta entendí que era bullying, pero es que no se usaba ni la palabra entonces. Yo sólo era una niña que cantaba huayno y ya. No le hacía daño a nadie”, cuenta la artista, quien también registra una colaboración con el chileno Gepe en la popular canción “Hambre”.
Un reciente viral de TikTok, donde dos niñas cantan la música popular de Huancavelica (zona sierra, Perú), identificadas como Gloria Crispín y Sofía Taipe, hizo a Wendy recordar el odio recibido. Por lo mismo, contraatacó con un video de defensa en redes.
“Con ellas se estaba repitiendo mi historia… Una de ellas se parecía tanto a mi mamá y a sus cantos tradicionales, que me afectaron aún más las burlas (hacia ellas)… Tenía que decir algo, porque estaban siendo igual de malos de lo que fueron conmigo”, comentó sobre su viralizada reacción.
“Cuando no conozcas una cultura, no te burles. Escúchala, obsérvala, respétala… No quiero que ninguna niña se avergüence de sus raíces”, remarcó.
“En el género folclórico se juega con el doble sentido, como en La Tetita (cuya letra habla de una niña emocionada al ver el busto de su madre por poder tomar leche). Así como en el reggaeton… En el reggaeton hay muchas canciones de doble sentido y nadie dice nada, pero en el folclor todos critican. Esto es la prueba de que lo que hay en verdad es racismo y discriminación”, explicó.
“Ahora estoy innovando con mi música, pero siempre hay mezcla con mis raíces peruanas, con el huayno”, cuenta la cantante, que registra colaboraciones con Fito Páez y Sara Hebe, entre otros.
“Ahora ya el bullying me daría igual, que digan lo que quieran. Porque recuerdo la frase que me decía mi mamá: ‘Shakira no le va a gustar a todo el mundo”, agregó.
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