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Javiera Reyes acusó públicamente una presunta negligencia en una peluquería de Quilpué que le causó graves quemaduras en el cuero cabelludo. Ahora, el dueño del salón interpuso una acción legal en su contra, alegando difamaciones en redes sociales. La peluquería cambió de nombre a "Vonittas", pero sigue en la misma ubicación y con el mismo personal.
Hace casi tres meses, Javiera Reyes acusó públicamente haber sufrido graves quemaduras en su cuero cabelludo producto de una presunta negligencia al interior de una conocida peluquería de Quilpué, región de Valparaíso. Ahora, la joven afirmó que el salón cambió de nombre y que el dueño de esta, ingresó una acción legal en su contra.
Cabe recordar que en marzo, la afectada utilizó sus redes sociales para denunciar la situación ante la falta de respuesta por parte del dueño de la peluquería.
En esta línea, la mujer -en conversación con Denuncias BBCL- dice que recientemente fue notificada de un recurso de protección en su contra y de sus padres. Quien lo interpuso fue Luis Rosales de la Vega, dueño del salón “Novo Vitta SpA”.
Lo anterior, por una “vulneración de derechos” de Rosales de la Vega, pues acusa hostigamiento y difamaciones mediante redes sociales, donde se han expuesto datos de la vida privada del hombre y su familia.
En el recurso presentado, al cual tuvo acceso BioBioChile, Rosales de la Vega insiste en que él no estaba en la peluquería al momento de los hechos, por lo que no se le puede “imputar alguna acción u omisión por los mismos”.
Por lo mismo, con el recurso busca “se ordene el cese inmediato de estas publicaciones, la eliminación de todo contenido difamatorio en redes sociales y, la imposición de medidas cautelares, como una orden de alejamiento y prohibición de contacto, para resguardar la seguridad del Sr. Rosales de la Vega”.
Funcionando con nuevo nombre
Por otro lado, Javiera Reyes acusó que este lunes la peluquería cambió de nombre, pasando de “Nova Vitta SpA” a “Vonittas”.
La joven afirmó que continúa en la misma ubicación, el mismo dueño y el mismo personal, pero con el cambio de nombre.
BioBioChile se comunicó con Luis Rosales para consultarle acerca del recurso judicial en contra de Javiera y del cambio de nombre.
Rosales derivó todo tipo de consultas a su abogado, a quienes les reiteramos las consultas y sobre algún tipo de indemnización a la afectada.
Mediante un comunicado, señalaron que el recurso fue interpuesto ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso por “por actos arbitrarios e ilegales que vulneran los derechos fundamentales de nuestro representado“.
Desde el 21 de febrero de 2025, don Luis Rosales y su familia han sido víctimas de hostigamientos y difamaciones a través de redes sociales. Publicaciones en plataformas como Instagram y TikTok bajo el perfil “Peluquería Mall“ han expuesto de manera indebida datos personales sensibles de nuestro representado, incluyendo su domicilio, orientación sexual y acusaciones infundadas que lo vinculan a hechos delictivos, sin que exista sentencia judicial que lo condene.
Estas acciones han generado un grave perjuicio a su integridad física y psicológica, vida privada, honra y derecho de propiedad, derechos garantizados por nuestra Constitución Política de la República.
También, insisten en que Rosales de la Vega no estaba al momento de los hechos, por lo cual no se le puede imputar ningún delito. En este sentido, Javiera apela a su responsabilidad como dueño del local y no como autor de alguna negligencia.
Finalmente, sobre el cambio de nombre del local, no hubo ninguna respuesta.
Historia de Javiera en peluquería de Quilpué
Para Javiera, la pesadilla comenzó el 21 de febrero de este año, cuando acudió a la peluquería Nova Vitta, la cual se ubica en el Mall de Quilpué. Llegó con la intención de realizarse un “babylight” y así fue.
De acuerdo a su relato, todo iba bien hasta que pusieron a la joven de 24 años en un climazón, aparato que se utiliza para acelerar la absorción de productos capilares mediante el calor.
Según contó Javiera a BioBioChile, la estilista que la atendía salió ya que ella debía permanecer al menos 30 minutos en la máquina. Sin embargo, el ardor y el dolor comenzó a los minutos de iniciado el calor.
De hecho, cuenta que debió salir de la máquina. “Llorando, le pedí ayuda a las otras chicas que estaban ahí, quienes llamaron a la peluquera, que llegó a los minutos. Ahí me pusieron en el lavapelo y me sacaron todo con agua fría“, relató.
Tras ello, dejó de sentir molestias, por lo que el tratamiento finalizó. Tras pagar los $80 mil del procedimiento, se fue a su casa. Una vez allí, se dio cuenta que no sentía una zona del cuero cabelludo, por lo que fue a un centro asistencial y le dijeron que se trataba de una quemadura grado 3.
También fue al dermatólogo para que la examinaran, donde volvieron a confirmarle que se trataba de una quemadura. Finalmente, el 7 de marzo se le desprendió un pedazo de cuero cabelludo.
“Me culparon a mi, dijeron que tenía psoriasis, cuando eso está totalmente descartado por los dermatólogos. En la peluquería me devolvieron lo que pagué, pero nada más”, aseguró. La mujer denunció la situación en Carabineros, Sernac y en la Seremi de Salud, además ingresó una querella.
